Dime cómo te hablas a ti mismo y te diré lo que conseguirás

Muchas veces es común que en medio de conversaciones con amigos llegue un momento en el que nos burlamos de nosotros mismos por algo que consideramos que hacemos mal o que no podemos llevar a cabo. Incluso puede que no seamos del todo conscientes de las palabras que utilizamos, simplemente son dichas dentro de un contexto de humor. 

Pero pensemos en cómo las palabras que recibimos influyen en nuestros actos. Cuando un niño se cae o se pega levemente, la mamá le dice “no pasó nada, tú eres fuerte”; efectivamente el niño cree esto y no llora, de hecho hasta se le olvida el dolor. Ahora veámoslo de la siguiente manera, un niño al que le dicen cosas como “no toques eso porque lo rompes”, “eres un problemático”, e incluso “¿por qué a pepito si le va bien y a ti no?” son frases que si logran permear sus pensamientos, sea a corto, mediano o largo plazo, consolidarán su identidad. Al final, consciente o no, esto rige ciertos patrones de comportamiento en determinadas áreas de su vida que le permitirán o limitarán llevar a cabo lo que quiera emprender.

Probablemente has escuchado que “las palabras tienen poder”, y es tan cierto porque pueden reforzar desde un pensamiento o creencia que tengas hasta la manera de realizar tus tareas. Si esto resulta ser algo subjetivo para ti, nada más piensa en las veces en que hemos oído a nuestras madres o abuelas hablarles con cariño a sus plantas. Algunas personas pueden creer que esto es un acto simbólico o que incluso puede carecer de sentido. De acuerdo con la investigadora científica Monica Gagliano, las plantas sí pueden escuchar.  Y es que resulta evidente el efecto que estas palabras producen cuando vemos una hermosa planta florecer llena de colores vivos y hojas prominentes. Este aparentemente simple hecho genera en la naturaleza un increíble estímulo para desarrollarse de la mejor manera; de hecho, puedes animarte y tú mismo intentarlo para que puedas ver la forma en que tu vida llegará a florecer, prosperar y dar fruto. Si esto funciona con las plantas de seguro que lo hará en tu ser.

Así que haz una pausa cuando estés hablándote a ti mismo y comienza a utilizar palabras que tengan un significado real para ti y con una afirmación positiva. Verás cómo tu subconsciente comprende estos conceptos y tu vida cambiará. De esta forma también enriqueces el amor propio y nutres tu ser con cosas favorables que también serán reflejadas hacia los que te rodean.

Nuestras palabras definitivamente sí que tienen poder en nosotros e incluso en los demás. Tú puedes ser esclavo o beneficiario de tus propias palabras, solo es cuestión de que seas consciente de ellas. Y si tenemos tanto poder por medio de lo que decimos ¿por qué no buscamos que otros también sean beneficiados de esta forma? Tú puedes ser portador de buena energía hacia los demás y también de fomentar pensamientos positivos que algunas veces cuesta tener. Resaltando aptitudes, rasgos físicos y de personalidad, habilidades, talentos, logros, entre otros, podrás alimentar el alma de todo aquel que te rodea. 

Al aplicar un cambio en tu lenguaje podrás crear pensamientos que te lleven a actuar de acuerdo a tus objetivos. Todo es un proceso, no es sencillo al principio y si tienes la oportunidad de que alguien te acompañe mucho mejor. Pero si quieres profundizar puedes hacerlo con nuestros talleres, te brindamos herramientas como el Taller introductorio de PNL en el cual tú eres creador y transformador de los pensamientos para cambiar tus resultados. Esto te encaminará hacia tu propio éxito al ser consciente de lo que quieres y necesitas cambiar para alcanzar lo que te propongas.

Así que recuerda, cambia expresiones como: “es que yo no nací para eso”, “yo no puedo hacerlo”, “soy muy bobo” por oraciones afirmativas: “aunque me cuesta puedo aprender”, “si me propongo lo podré lograr”, “no es que sea imposible, requiere de mi mayor esfuerzo y constancia”. Sé tu mejor motivador y logra lo que desees.

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